Este fin de semana me dediqué a vestir la casa para el frío, que ya empieza a refrescar.
Mamá, mira que alfombra más divertida!!, le escribí un día a mi madre. Le adjuntaba foto minúscula de uno de mis blogs antaño preferidos, uno de Noruega, en donde las casas son tan hogareñas...
Y zas!, en una semana mi madre me regala esto:
Pero mamá, qué rápida!!.
Es una alfombra, originalmente la quería para uno de los baños pero quedó tan grande que la he puesto en la habitación de invitados.
Un kilo de material (sintético, no os creáis que estamos tan locas) unas tardes de mano de obra y ya puestos, un cojín de patch hecho por mi hermana.
Para rematar la decoración, un camino antiguo comprado en un anticuario de Estocolmo (cuánto hecho de menos esa romántica ciudad).
Ya la butaca Ikea (apaño momentáneo hasta que de con la definitiva) se ve de otra guisa, ja,ja.
La habitación e ha quedado de un tanto cuqui cuqui. Como el invitado sea del género masculino, ya me puedo poner a cambiar todo!!.
Quien duerma aquí quedará transportado a un mundo mágico... si te fijas, por la ventana ves a las hadas bailar al anochecer...
Shhhhh... has visto un hada?... ya están al llegar....
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